¡Hola
lectores! Hoy les traigo la reseña del segundo libro de la serie de los
hermanos Martí de Anna Casanovas. Y si les soy sincera, estoy algo
decepcionada, porque no fue lo que esperaba. El libro anterior me gusto, a
pesar de que no fue nada sorprendente, lo disfrute. Con este, fue todo muy
cuesta arriba e incluso aburrido, cosa que me da lastima decir.
Aquí
conoceremos la historia de Guillermo, el primogénito de los Martí. El cual,
durante un viaje de negocios, conoce a Emma, una chica que entrara a un curso
de cocina y que guarda secretos. Por cosas del destino, Guillermo y Emma, no
solo viajan en el mismo avión o tienen la maleta que confunden, sino que también
serán vecinos en el hotel donde ambos se quedan, pues sus habitaciones están frente
a la del otro.
Y a
pesar de que empiezan con el pie izquierdo, se vuelven amigos, salen a cenar prácticamente
todos los días, van a pasear juntos, platican, pero nada más. Por lo que poco a
poco entre confidencias, van surgiendo los sentimientos o eso sucede hasta que la
mentira de Emma explota y si hay algo que odia Guillermo, es que le mientan en
la cara.
Que
les puedo decir de este libro… fue terriblemente aburrido. La primera mitad del
libro, me llevo más de una semana poder terminarla y es un libro corto, no me debería
de haber tardado tanto. Y es que se me hizo mas flojo que el primero. Vamos que
el primero tiene sus clichés y todo, pero sentía más la relación entre los
personajes. Aquí no, aquí es un instalove, (odio ese cliché) y luego, se
encuentran y todos los días cenan juntos y de ahí el título del libro, debería de
ser un slow burn, pero esto ya es mucho.
Y es que oigan, si me ponen a una protagonista que quiere encontrar el amor pero que esta en contra de intentarlo, pues no lo hacen y ya, no que Emma es una contradicción en cada página, por ratos se te hace insoportable. Y lo de la mentira, es que no le vi la necesidad de ocultarlo, fue de “¿Por qué lo ocultas? Ósea, no es que hayas matado a alguien” y el otro de “easy boy, tampoco es para tanto”, sin embargo, lo vuelven un GRAN problema.
Pero volvamos a lo de las cenas, que no tienen idea de cuanto me desesperaba, ¿Qué no hay otra cosa que puedan hacer? Y es que solo te ponen, “quedamos para cenar, salimos a tal restaurante y me divertí, con ella/él puedo platicar de todo” aja, y que es todo?? Aparte. Si ella lleva un presupuesto muy MUY ajustado, no vas de restaurante en restaurante, tratas de economizar lo más que puedas. Así que, de Emma, ni hablemos, porque en serio no la aguante, pero ni tantito. Fue desesperante todo el tiempo.
Estoy triste, porque de verdad quería que me gustara el libro, tenía una gran esperanza con Guillermo, porque me gusto el papel que desempeño en el primer libro y es que aquí… fue terrible. Aunque eso sí, me encanto saber más de los otros hermanos y también de Ágata y Gabriel. Y aunque este fue un enorme, gigantesco cráter en la saga, obviamente la voy a seguir, porque quiero saber más de los hermanos, solo espero que los demás no sean igual que este.
En resumen, A fuego lento, le hace honor a su nombre, pues todo sucede extremadamente lento y repetitivo. Pero aclaro, eso es solo mi punto de vista, tal vez lo leí en el momento equivocado y por eso no me gusto, quien sabe. Ya veremos cómo me va con los otros libros.
Y hasta aquí la reseña de hoy, nos vemos en la siguiente entrada.
Besos
¡Hola! Vaya es una pena que te haya pasado eso con esta lectura. La verdad es que es una saga que se ve interesante. Besos :)
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