Le dije a todo el mundo que era tu mujer.
Ojalá fuera cierto…
¡Hola
lectores! Feliz inicio de mes, espero y sean unas semanas llenas de buenas
lecturas. ¿Qué tal las lecturas del mes pasado? A mi la verdad no me pudo ir
mejor, leí bastante, creo que en esta ocasión puede que haga mi wrap up. Pero
mientras eso llega, les quiero platicar acerca del segundo libro de la saga Los
Rokesby, y es que estos libros son tan sencillos y atrapantes que es imposible
leerlos con tiempo de separación, vamos que lo empecé en cuanto terminé el
libro anterior. Pero bueno, ahorita les platico un poco de que va, eso sí, es
de mis favoritos de la tetralogía.
Cecilia Harcourt tiene dos opciones, la primera irse a vivir con una tía, la segunda casarse con su primo y una tercera que más que opción le parece una locura, pero la más viable para ella; cruzar el atlántico para buscar a su hermano Thomas. Pero no todo sale como espera, pues una vez que llega a Manhattan, le dicen que su hermano esta desaparecido, pero a quien si encuentra (y no en buen estado) es a Edward Rokesby, el mejor amigo de su hermano.
Pues
Edward se encuentra en cama con una herida en la cabeza, pero por el rango militar y social que tiene
él, no dejan que nadie lo vea a menos que sea familiar, es ahí cuando en un
impulso que no sabe de donde salió, Cecilia miente y dice que es esposa de
Edward. Aparte de que al parecer
prefieren ayudar a la esposa del Capitán Rokesby que a la sencilla Señorita Harcourt. Y al parecer todo le
sale de maravilla porque cuando su
“marido” despierta, parece no recordar ningún acontecimiento de los últimos
meses de su vida. Y Edward, al parecer despierta desorientado, con los últimos meses
borrosos, con dolores de cabeza, con su amigo desaparecido y una esposa a la que no conocía o si lo hacía,
no la recuerda.
Compartir pensamientos con un extraño tenía algo de reconfortante. Era fácil ser valiente con alguien con quien uno nunca tendría que compartir una mesa o velada.
Amo por completo este tipo de historias, siempre consiguen enamorarme y sacarme de mis bloqueos lectores, los puedo leer uno tras otro y no perderme en ningún momento. Sus libros son adictivos, con una historia ligera y sencilla, pero que también tiene su toque de drama que toda historia necesita y obviamente su lado tierno y romántico que llega a conquistar. Siento que este libro es mucho más romántico que el anterior y también no tiene momentos tan cómicos, sin embargo, hay algunas partes que te sacan la risa.
Cecilia se me hizo un personaje muy valiente, divertida e inocente. Una muchacha que entre sus prisas tomo una decisión que le cambiara la vida y la de Edward. Pero también vemos como la mentira que dijo para poder ayudar a Edward, va creciendo poco a poco. Y aunque es un personaje muy lindo y tierno, pero a la vez fuerte, siento que, si pudo hacer las cosas de una manera diferente, pero aun así me encanto, es un personaje que me hizo reír por todas las artimañas que hacia para encubrir su mentira y también no enseña que una mentira por pequeña e inocente que sea, puede salirse de control.
Edward Rokesby se parece a un hombre, eso es lo que parece. De verdad, Cecilia, deberías saber que no debes pedirme que describa a otro hombre.
En cuanto a Edward, si bien me gusto su personaje, no termino de enamorarme, era demasiado correcto para mi gusto y para que negarlo me dio mucha risa como fue que cayo en las garras del amor. Pero también me daba mucha pena porque no tiene idea de muchas cosas, es que imaginen que un día se despiertan y no recuerdan nada de los últimos meses de tu vida, y cuando despiertas, resulta que estas casado con la hermana de tu mejor amigo. No se ustedes, pero yo me vuelvo loca.
…Además, recibo muchas más cartas de tu parte que otros hombres de aquí, y me gusta darles envidia. En especial Edward sufre del monstruo de la envidia cada que traen el correo.
Y es que aparte es un personaje que, aunque obviamente no esta en su mejor momento, no te
desagrada, porque lo puedes leer vulnerable, pero de esos que te agrada leer y
no de los que te ponen de malas, porque, aunque tiene su orgullo acepta de buen
agrado la ayuda de los demás. Ósea que Edward no va a ser el típico caballero de brillante armadura
en su corcel blanco.
…Quizá no existan las preguntas simples. O si existen, no son simples las respuestas.
En cuanto a Thomas Harcourt el hermano de Celia, me encanto, no saben cómo me divertí con los fragmentos de cartas que se enviaban los hermanos y su actitud con Edward. También están por ahí Billie y George, aunque apenas y se ven, me hubiera gustado saber un poco mas de ellos, pero bueno. Pero lo mejor es el final, es que oigan, a uno no lo pueden dejar así, porque una vez que lees esa ultima línea, necesitas ponerte inmediatamente con el tercero, necesitas respuestas. Pero otra cosa que me gusto mucho, es que aquí ya no estamos en Londres, sino en la peligrosa y salvaje isla de Manhattan, y la autora te la describe a la perfección que sientes que estas en 1779 y no en el siglo XXI.
En resumen, Un marido inventado, es un libro más romántico que su antecesor. Con personajes que se pueden robar tu corazón en mas de una ocasión y como no, también te pueden sacer mas de una risa como viene siendo el sello característico de Julia Quinn. Y se me olvidaba decirles, que también tiene su toque de drama que hará que sientas mas esta historia.
Y bueno, hasta aquí la reseña de hoy, espero y les haya gustado. Si no han leído a la autora o estos libros, denle una oportunidad, les juro que no se van a arrepentir, son muy buenos. Nos vemos en la siguiente entrada.
Besos.
¡Hola, Elena! Me encantan los libros de esta autora, así que tomaré nota de este, que por lo visto, has disfrutado mucho. Gracias por la reseña. ¡Un besito!
ResponderBorrar¡Hola! =)
ResponderBorrarJulia Quinn me encanta :P
Besitos ^^
¡Holaaa! Ya estoy deseando leer este libro, Julia Quinn siempre me deja con una sonrisa en la cara y literal, suspirando por sus historias. Gracias por la reseña.
ResponderBorrarBesosss ♥