En este libro nos encontraremos
con el más pequeño del grupo de los
supervivientes, estos chicos que fueron héroes de guerra y que no
salieron ilesos, cada uno quedo marcado de una u otra forma. Y uno de esos
seria Vincent Hunt, que, en su primera y única batalla,
al querer demostrar su valía, se acerca demasiado a una bomba antes de estallar,
lo raro es que no salió herido físicamente, sino
que el brillo lo dejo ciego, de por vida.
Así que años después de esa batalla, Vincent se ha acostumbrado a
su nueva vida, al menos lo más que puede hacerlo, lo malo es que, aunque el ya acepto el hecho de su ceguera, su familia
no. Pues lo protegen demasiado, y él al ser el único hombre, mucho más,
pues tiene que cumplir con su obligación como vizconde, la de engendrar
herederos. El detalle está, en que su madre y
sus hermanas quieren resolverle la vida, así como también escogen a la persona
con la que se debería de casar. Pero Vincent, al ver lo que planean,
decide huir junto con su ayuda de cámara y mejor
amigo.
Sintió el terror de la oscuridad infinita, de la certeza de que, si cerraba los ojos, tal como hizo en ese momento, y los volvía a abrir, tal como no hizo, seguiría estando ciego. Para siempre. Sin remedio. Sin luz. Jamás.
Por otra parte tenemos a Sophia, una chica soñadora, dibujante, sencilla y honesta, que ha tenido una vida bastante difícil, pues su padre falleció cuando tenía 15 años, después se fue a vivir con la hermana del padre hasta que esta falleció y desde entonces esta con su otra tía, que tiene una hija de la misma edad de Sophia y uno pensaría que ahí iba a estar bien, porque iba a tener a alguien con quien compartir sus cosas, pero no, la vida de Sophia, no es más lejos que la de un ratón en la esquina de la habitación.
Y así es como su familia la
llama, Ratón. Hasta que un día, en el pueblo
donde viven realizan una fiesta para darle la bienvenida al Vizconde de Darleigh,
Vincent, obviamente sus tíos no creen que sea
necesario que Sophia asista, pues no es más que el ratón de la
familia y sus intenciones son las de casar a su
hija con el Vizconde. Pero a ella no le importa y asiste de todas maneras, ahí es donde ve las intenciones nada honestas de sus tíos de querer comprometer al Vizconde y así obligarlo a casarse con su hija.
Sueño con llevar una vida plena e independiente. Mi vida y la de nadie más. Pero tal vez no esté hablando de un sueño, señorita Fry, sino de un objetivo. Los sueños son deseos que probablemente nunca se harán realidad. Pero mis sueños sí se pueden hacer realidad. De hecho, tengo la intención de que así sea.
Por lo que sale al rescate de Vincent, lo malo es que sus tíos descargan
su ira con ella y terminan corriéndola de su casa. Y es ahí, donde
comienza El Acuerdo, que le propondrá Vincent a
Sophie, para que los dos salgan ganando algo de ese asunto.
Aww pero que libro tan bonito,
es cierto que yo amo todo lo que escriba Mary
Balogh, pero una cosa que me encanta es
como todas sus historias suceden en el mismo mundo, como conecta este libro con
sus series anteriores, es bueno saber lo que sucedió con otros personajes, después de que llegara el
fin de su historia. Y es que aquí vemos lo que paso con los
protagonistas del primer libro, que nos lleva a
otra serie de la autora y una de mis favoritas.
Me gusta su voz. Parece ridículo, lo sé. Pero, señorita Fry, cuando uno no puede ver, el oído y los demás sentidos se agudizan. Por regla general, a la gente le gusta el aspecto de la persona que lo atrae. A mí me gusta el sonido de su voz.
Si bien el primer libro de la serie no es mi favorito, este fue
mucho mejor, por muchas cosas. Los
personajes, Vincent es un personaje que, aunque
tiene miedo, no se da por vencido y ve la manera de ser independiente
entre sus posibilidades, que quiere se lo mas
independiente posible y que su madre y hermanas no lo estén presionando o le digan que no puede hacer las cosas o simplemente que le tengan pena por su condición.
Sophie también
me gustó mucho porque a pesar de tener la autoestima
por los suelos, trata de salir adelante y
ese ojo tan sínico que tiene para los dibujos me encanto, el detalle de las historias que se inventa con Vincent,
como le describe las cosas sin hacerlo sentir un
inútil por no poder ver, me encanta como ella
se apoya en él, como deja que la guie o
simplemente la amistad que hacen.
Todos necesitamos amigos o, al menos, conocidos cordiales de nuestro propio sexo. La relación con tus amistades de tu propio sexo es diferente de la amistad con alguien del sexo opuesto, y todos deberíamos cultivarlas.
Me gustó mucho poder ver a los demás supervivientes, aunque
no se sabe nada del protagonista del siguiente libro, quiero suponer que está
muy ocupado contando su historia. Y también por aquí
vi a cierto superviviente interesando en alguien, espero y sea verdad mis
sospechas, porque me encantaría y eso supondría saber mucho más de
Vincent y Sophie.
Sin duda un libro con un romance lento es un slow burn en toda la regla,
con el que disfrutas cada charla, cada historia
inventada, cada descripción y si, también su dosis de drama, porque
vamos, que libro no lo tiene. Unos personajes
que te roban el corazón, pero que también te llenan de orgullo por ver
como poco a poco van superando sus problemas, ese
apoyo que tienen en el otro y el amor tan sincero que se tienen o el
simple hecho de que Sophie no lo considere un inútil por ser ciego, eso me
encanta. Ay no, no saben lo mucho que me gusto
el libro, me muero de las ganas de empezar a leer el tercer libro,
pero aquí todavía no sale, así que me tengo que esperar.
-¡Ay, Sophie! Siento mucho no poder…
-Pero sí que puedes. Puedes ver con todas las partes del cuerpo salvo por los ojos.
En resumen, El acuerdo, es un libro de romance histórico,
con un gran crecimiento de personajes, con un romane tierno y desinteresado, con
sus escenas spicy algo diferentes. Pero sin duda un libro con el que puedes
disfrutar y pasar un buen rato. Vincent y Sophie se quedarán en mi corazón por
un buen rato.
Y eso sería todo por hoy, espero
y les haya gustado la reseña. Nos vemos en la siguiente entrada.
Besos.
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